El peor corte de carne para comprar según los carniceros
La calidad de la carne es fundamental para llevar a la mesa un plato sabroso y saludable.
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Uno de los secretos para llevar a la mesa recetas de calidad y bien elaboradas es sin duda la atención a la materia prima . Comprar productos en tiendas de confianza y estar siempre atentos a la lectura de la etiqueta para garantizar la garantía de origen y calidad del producto es, de hecho, la primera forma de garantizar una alimentación sana y nutritiva. En el caso de la carne parece que hay un corte en especial que es el que debemos evitar o al menos así lo consideran los expertos. Descubre a continuación, cuál es el peor corte de carne para comprar según los carniceros.
El peor corte de carne según los carniceros
Quién mejor que los carniceros para conocer qué corte de la carne no es recomendable para llevar a la mesa. Sólo ellos saben muy bien cuáles son las peores piezas de carne que se deben evitar comprar. En realidad, todo depende del tipo de preparación que pretenda realizar: para cada cocción, de hecho, hay cortes más adecuados que otros. En general, es bueno saber que el corte que puede que sea el adecuado o todo lo contrario, es el de una carne magra pero no muy tierna. En este caso estamos hablando del bistec de buey obtenido de la pata trasera y, en concreto, de la parte inferior o superior de la misma. Un tipo de carne que tiende a ser menos sabroso que otras piezas precisamente porque es más resistente y por lo tanto no apto para asar a la parrilla. Sin embargo, está bien para cocciones lentas y húmedas, como estofados o incluso para cocinar kebabs.
Otro criterio que es útil conocer es la cantidad de marmoleado de la carne . Este, de hecho, es un elemento a tener siempre en cuenta a la hora de comprar carne, ya que indica el porcentaje de grasa intramuscular. Esto es lo que contribuye a dar sabor a nuestro plato y siempre debe estar repartido uniformemente.
Por otro lado, nunca confíes demasiado en piezas de carne con descuento, ya que generalmente están cerca de la fecha de vencimiento o fecha de caducidad. Sin embargo, si la intención es cocinar esas carnes de inmediato, se pueden comprar fácilmente. Si por el contrario tienes la idea de guardarlas en la nevera o en el congelador para hacer tu estofado más adelante, es mejor que evites comprarla y que optes por la carne fresca, siguiendo además las recomendaciones que te de tu carnicero.